Montmartre y el París bohemio

En el skyline de París una colina destaca por encima del resto de la ciudad. Sobre ella, la silueta blanca y elegante de la basílica de Sacré Coeur. Ahí es a donde debemos dirigirnos al encuentro del parís más bohemio, el de los poetas y los pintores: Montmartre.
Músicos callejeros, caballetes de pintor, galerías de arte y viejos cafés componen el paisaje urbano de este barrio parisino, obligada visita para todos los que visitan la capital francesa. Eso sí, a menos que estés preparado para machacarte las piernas subiendo por sus interminables escaleras, mejor sube a lo alto de la colina en el funicular. Arriba, una ciudad dentro de la ciudad, un lugar mágico y lleno de encanto, aunque caro.

Montmartre que ver


Entramos en el territorio de los artistas. Los comerciantes de Montmarte saben qué es lo que espera encontrar el turista y se lo dan: menús pequeñas brasseries con manteles de cuadros y las notas de La Bohème de Aznavour o el Vals de Amélie para perfumar un poco la atmósfera.
Pero el verdadero epicentro del barrio es la Place du Tertre, donde podemos ver a los pintores en acción, lleva o nieve, trabajando en sus creaciones, soñando con convertirse en los herederos de Pisarro, Matisse, Van Gogh, Renoir, Modigliani o Picasso (que vivieron y trabajaron aquí), y tratando de vender alguna de sus pinturas a los turistas.

Montmartre Paris que ver

En Montmartre, detrás de la Palce du Tertre, en lo más alto de la butte se levanta la hermosa Basílica del Sacré Coeur o Sagrado Corazón, precedida de sus largas escalinatas siempre pobladas de turistas. Desde allí se ve una de las mejores panorámicas de París. La puesta de sol desde allí, con la ciudad a nuestros pies, es u momento increíble: un regalo para la vista y el mejor colofón a una jornada entre artistas y bohemios en Montmartre.

Comentarios